Cómo elegir la base de maquillaje perfecta
Uno de los peores (y más frecuentes) errores en el mundo de la belleza es no acertar con la base de maquillaje. Aplicarse una base más clara o más oscura que el tono de piel queda artificial y desfavorece mucho, porque te hace lucir mayor de lo que eres. Por eso es importante que tener en cuenta algunas claves para evitar un fantasma o un pez payaso. ¿Lista para conocerlas?
Es posible encontrar el tono perfecto, la cuestión está en tomarse el tiempo para ello y no precipitarse a la hora de comprar.
Pautas a tener en cuenta a la hora de elegir la base de maquillaje
1. El tono (y subtono) de tu piel
La piel no es simplemente clara ni oscura. Además de grados, tiene una capa más profunda que puede ser desde más amarillenta hasta más rosada (o neutra) que condiciona la base de maquillaje que debes elegir. Esa profundidad la determina el subtono, que no varía por mucho que la piel se oscurezca o se aclare, y acertar con él nos permitirá conseguir un acabado natural.
El rango que mide los subtonos va desde los cálidos hasta los fríos pasando por los neutros. Tendrás que tenerlo en cuenta a la hora de comprar tu base.
Y recuerda no probártela en la muñeca porque el tono cambia mucho respecto al de la cara, así que puedes aplicarla en la frente o en la mandíbula y ver si se adapta.
Un último consejo, ¡no hagas estas pruebas con luz artificial! Intenta que sea lo más natural posible.
Subtono cálido
La piel tiende a ser amarillenta y debes buscar una base de maquillaje que también lo sea. Un momento, ¿y cómo se si este es mi subtono? Busca luz natural y mira tu muñeca. Si tus venas se acercan más al color verde, lo es.
Subtono frío
Si las venas son más bien de color azul, estás en esta categoría. La pigmentación de la piel tiene a ser rosada y debes buscar una base igual.
Subtono neutro
Si apenas puedes ver el color de las venas o es una mezcla de ambos, perteneces a ese pequeño porcentaje de personas con un subtono neutro. Por lo tanto, la base que elijas deberá combinar ambas pigmentaciones para encontrar ese equilibrio.
También hay otros trucos para posicionarte en uno u otro “bando”. ¿Qué colores son los que mejor te quedan a la hora de vestirte? Te dejamos con esta rueda de colores para que te decidas.
A la hora de elegir subtono, hay algunas marcas como Estée Lauder o Mac que incorporan un código para diferenciarlos. En el caso de Estée Lauder, la numeración de los fríos se corresponde con la inicial C (cold), y la W es para los cálidos (warm).
Los neutros, es decir, aquellos que no tienden ni a rosado ni a amarillo, reciben la inicial N. Es cierto que son bases algo elevadas de precio, pero el abanico de tonos es enorme, de 50. Puedes encontrar tu base perfecta respondiendo a las preguntas del test.
2. Tu tipo de piel
Tu piel puede ser normal, seca, grasa o mixta. En función de ello la textura de la base de maquillaje que más te convenga.
Piel normal
¡Enhorabuena! Vas a poder elegir el acabado y textura que más te guste. Y no tengas miedo de los parabenos.
Piel seca
Si estás a falta de hidratación, deberás dar ese extra a tu piel con bases que tengan componentes hidratantes. Evita la textura en polvo e intenta que la que elijas tenga un toque de iluminador, porque las pieles secas tienden a verse apagadas.
Piel grasa
El acabado mate será tu mejor aliado para frenar la producción de sebo. Este tipo de pieles, además, suelen hacer que los poros se vean muy abiertos, por lo que no estaría de más que incluyeras en tu rutina un paso anterior: una prebase minimizadora de poros.
Como recomendación final, huye del glossy porque multiplicará la jugosidad de tu piel y sella la base de maquillaje con polvos matificantes.
Piel mixta
Tienes dos opciones. Una es utilizar un producto concreto para todo el rostro (que los hay, y de rangos de precio muy variados), y la otra es aplicar varios en función de la zona de la cara de la que se trate.
Prepara tu área más grasa, la “zona T”(frente, nariz y mentón) con el ya mencionado serum minimizador de poros (el Porefessional de Benefit es uno de los más conocidos) y matiza con polvos después. Pero solo la zona grasa, porque sino conseguirás un efecto acartonado nada favorecedor.
Ahora que ya sabes cómo es tu piel, ¡lánzate a por la base perfecta!