5 consejos de moda de nuestras abuelas que seguimos usando
Como bien sabemos, la moda es un fenómeno que va y viene. Por ello, muchos de los estilos y consejos de moda de nuestras abuelas los seguimos llevando hoy nosotras; eso sí, con algunos giros y reinvenciones. De hecho, no solo volvemos a ver las prendas de antaño, sino que también hemos copiado el toque que le dieron ellas en su momento.
La moda era en aquel momento, al igual que lo es ahora, una herramienta comunicativa y de distinción; tanto a nivel social como ideológico. Además, las tendencias estéticas de aquella época estuvieron influenciadas por importantes cambios políticos y sociales.
Moda de la época de nuestras abuelas que seguimos llevando hoy
Con la incorporación de la mujer al mundo laboral surgieron nuevas formas de pensamiento que se han visto reflejadas en la ropa, los peinados y el maquillaje. Así, no tardó en nacer un estilo nuevo que concedió a las mujeres las riendas de su propia imagen y una cierta libertad a la hora de vestir. Un resurgir estético en el que la sensualidad y feminidad se abrirán paso a través de siglos de moda austera.
Como resultado de la época de grandes cambios que supusieron los años 40 y 50, a día de hoy seguimos viendo las mismas prendas y estilos que usaban entonces nuestras abuelas. A continuación, veremos algunas de esas prendas que siguen siendo tendencia en el siglo XXI.
1. Pañuelos de seda al cuello
El pañuelo anudado al cuello, tan de moda hoy en día, ya lo llevaban nuestras abuelas en su época. Actrices como Grace Kelly y Audrey Hepburn contribuyeron a extender este complemento entre las jóvenes.
El pañuelo de seda le daba al conjunto un toque de distinción y glamour especial. Además, se adaptaba a cualquier atuendo y situación, por lo que podía ser llevado con conjuntos más formales o transformar por completo un look más aburrido.
Hoy en día, lo podemos llevar atado en el asa del bolso, en el cabello, en la muñeca o en la cintura; pero, sin duda, el pañuelo se ha convertido en un accesorio clásico capaz de revolucionar cualquier look.
2. Cinturas marcadas
Al igual que hoy, las jóvenes querían vestir como sus actrices o cantantes favoritas. Algunos referentes estéticos representativos de la época fueron Brigitte Bardot, Anita Edberg, Rita Hayworth o Ava Gardner.
Por otro lado, el rock ‘n’ roll y el estilo pin-up también influyeron en el mundo de la moda. Inspiraron el peinado y el maquillaje de las mujeres, donde predominaron el pintalabios rojo y el famoso delineado cat-eye.
Los pantalones capri, promovidos por este movimiento, comienzan a ganar terreno. Con el talle alto la silueta femenina se marca y reaparecen las curvas. Los cinturones se convierten en el complemento imprescindible para este fin.
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3. Faldas de tubo
Otra de las prendas de moda que también usaban nuestras abuelas es la falda de tubo o tipo lápiz. Esta pieza que ciñe la silueta, acentúa las curvas de la mujer y da esa forma de reloj de arena, fue obra Christian Dior, quien la puso en circulación en 1954.
Las faldas midi por excelencia de la época fueron las tipo lápiz y las evasé. Ambos estilos compartían una máxima: marcar la cintura femenina y equilibrar sus formas. Su diseño sencillo y elegante las convirtió en un símbolo de sensualidad y a día de hoy sigue teniendo el mismo éxito.
Actualmente, la forma de llevarlas rompe un poco con lo convencional. Al ser una prenda tan versátil los conjuntos disponibles son infinitos. Así, encontramos outfits con faldas de tubo combinadas con jerséis oversized y zapatillas de deporte para un look más informal.
4. Estampado pata de gallo
El houndstooth en ingés, en francés pied-de-poule y en español pata de gallo, es un tejido que se caracteriza por la repetición de un patrón abstracto similar a los cuadros. Aunque sus colores originarios sean el blanco y el negro, lo podemos encontrar en otros tonos.
Su origen se sitúa en las Tierras Bajas escocesas y fue muy popular entre los aristócratas ingleses en los siglos XIX y XX. Su estilo formal y refinado fue adoptado por las mujeres en los años 50, que lucían faldas y chaquetas con este estampado. Aunque poco después se extendió a cualquier prenda o complemento, como bolsos, sombreros o zapatos de tacón.
Este estampado incónico, símbolo de elegancia y sencillez, se ha convertido en un clásico imprescindible en nuestro armario, al igual que lo fue en el de nuestras abuelas.
5. Tea dress
No podía faltar en esta lista el tea dress. Un vestido fresco, juvenil con aires inocentes que nos recuerda a esas fotos de nuestra abuela en su juventud. Por ello, no es de extrañar que muchas hayamos acudido a su armario para desempolvar esta prenda.
Como su nombre indica, era un vestido ideado para tomar el té, que perseguía la comodidad para estar por casa y también para salir a la calle. En los años 4o se utilizaba con una cinta de tela para fruncir y marcar la cintura. Además, su tejido ligero y cómodo la convirtió en una prenda funcional a la par que favorecedora.
Hoy en día las it girls han sabido como llevar este vestido con diseños y estampados vintage. Una moda a la que no hemos dudado en unirnos.
Como dijo Coco Chanel: “La moda está hecha para pasar de moda”. Sin embargo, algunas prendas están destinadas a resurgir. Siempre tienen una razón para volver y esa puede ser su valor sentimental. Por eso es importante conocer la historia que hay detrás de una prenda, para saber proyectar esa imagen en nosotros. Un aire de nostalgia con toques de actualidad.