10 claves de estilo para embarazadas
¿Quién dijo que no puedes estar embarazada y vestir bien? Afortunadamente atrás quedaron esas prendas oversize con las que se vestían nuestras madres y que las hacían parecer un costal de patatas. Hoy en día puedes seguir siendo súper trendy aún con una gran barriga, por eso te traemos el mejor estilo para embarazadas con estos 10 consejos.
Estilo para embarazadas con pasión por la moda
Presume de barriguita
Si quieres verte bien y estás embarazada, lo mejor que puedes hacer es marcar tu tripa con la ropa. Si optas por prendas demasiado anchas te verás enorme y nada favorecida. Es el momento de lucir curvas. Además, así nadie tendrá dudas a la hora de cederte el asiento en el transporte público.
Comodidad ante todo
Tu cuerpo está cambiando continuamente y es probable que con algún síntoma incómodo. Por eso, ahora más que nunca necesita que le escuches y le mimes. Si notas que alguna de las prendas te molesta, se te marca, te hace rozaduras… Desházte de ella. Si estás embarazada necesitas ropa que te haga sentir bien y que no sea una tortura a la hora de poner y quitar.
Adiós tacones…¿o no?
Siguiendo la norma anterior y teniendo en cuenta que en la recta final es muy probable que no te vayas a ver los pies, los zapatos de tacón no parecen los mejores aliados si estas embarazada. Pero cada mujer es un mundo, y si tú estás acostumbrada a ir siempre sobre unos stilettos de 12 centímetros no es obligatorio que te pases a las bailarinas.
Prueba diferentes calzados hasta encontrar con el que te sientas a gusto y segura. Eso sí, evita las hormas estrechas, sobre todo de cara al verano, porque con la retención de líquidos pueden ser realmente incómodas.
Vivan los tejidos elásticos
Cuando estás embarazada hay prendas que hay que ir comprando casi mes a mes por los cambios que se producen en tu cuerpo, por eso apostar por aquellas que están elaboradas en algún tejido elástico frente a otras más rígidas es una buena idea porque prolongarán su vida útil y te ahorrarán un dinero.
Back to basics
Invierte en prendas básicas a la hora de elaborar un fondo de armario de embarazada. Las prendas de algodón en colores como blanco, negro o tonos neutros te permitirán muchas combinaciones posibles. Ten en cuenta que tendrás que ponerte la misma ropa muchas veces durante un corto periodo de tiempo. Los estampados y los colores llamativos harán que te canses pronto de ellas.
Rebusca en el armario de tu chico
Cazadoras oversize, vaqueros, camisas XXL… Como la ropa masculina es generalmente menos entallada que la nuestra y algo más grande, el guardarropa de tu chico puede convertirse en una fuente inagotable de prendas con la que experimentar. Eso sí, evita llevar demasiadas prendas de él al mismo tiempo o lucirás desaliñada.
¡A reciclar!
Seguro que alguna de tus amigas ha estado embarazada no hace demasiado y tiene todavía en el armario que no se pone y a ti te vendría genial ahora. También puedes rebuscar en tiendas de segunda mano y plataformas en línea. Una vez que ya no las necesites puedes revender las que estén o pasárselas a otra embarazada en apuros estilísticos.
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Como una cebolla
Si estás embarazada seguro que ya has notado que tu termostato es ligeramente diferente al del resto de la humanidad. Estás helada cuando el resto tiene calor o quieres poner el aire acondicionado a toda potencia cuando los demás se congelan.
Tranquila, no estás loca, son las hormonas del embarazo. Lo mejor en estos casos es el atuendo cebolla, es decir, un estilismo a base de capas que te puedas ir poniendo y quitando en función de tus necesidades térmicas.
Los accesorios, tus grandes aliados
Si estas en los últimos meses de embarazo ya hay pocas prendas que te puedas poner y para lo que te queda no quieres invertir más dinero, juega con los complementos. Un pañuelo, un collar o un sombrero pueden cambiar por completo un atuendo y así evitarás tener la sensación de ir siempre vestida igual.
Hora de divertirse
Solo se está embarazada unos meses en la vida, aprovéchalo. Si te gusta ponerte un crop top y enseñar la barriga, hazlo. Si quieres ir todo los días en leggins, tú misma. Si quieres enfundarte en un vestido ceñido y presumir de curvas ¿por qué no? Tú decides cómo vas a lucir esa barriga.