Bañadores o bikinis: cómo cuidarlos para que te duren más
Encontrar esos bañadores o bikinis ideales, que nos sienten bien, que sean cómodos y encima sean bonitos es una tarea de lo más difícil. Por eso, cuando damos con un modelo que reúna todas esas características, resulta inevitable pensar que ojalá durasen para siempre en las mejores condiciones
Así que es importante conocer lo que debemos hacer y lo que no para que estas piezas duren en buenas condiciones la mayor cantidad de tiempo posible. Si nos lo tomamos en serio es posible lograr que la vida de nuestros bikinis o bañadores sea más larga.
Para empezar, es importante que leas bien la etiqueta de cualquier bikini o bañador antes de cortarla. En ella vienen las instrucciones de lavado específicas para el tejido.
A continuación te comentaremos algunos consejos generales, pero recuerda, leer las etiquetas de las prendas siempre vendrá bien para cuidar cualquier prenda de ropa.
Enjuaga y lava tus bañadores o bikinis después de cada uso
Es fundamental. Nada de bañarte con ellos en la piscina o el mar y volver a guardarlos sin lavar. Para empezar el cloro es el gran enemigo de las prendas de baño. El cloro es muy agresivo y daña los elásticos y todo el tejido del bañador ya que siempre suele tener un porcentaje elevado de tejido elástico.
Es importante que laves tus bañadores o bikinis después de un baño en la piscina. Aunque sea un baño corto. Si no puedes lavarlos en el momento, al menos, ponlos bajo el agua del grifo para darle un buen enjuague cuando te los quites y así eliminar el cloro en la medida de lo posible.
Al agua de mar no es tan mala para los bañadores como el agua clorada. Esto no quiere decir que no estropee los bañadores. El agua de salada es un agua menos agresiva en general que el agua con cloro, pero también es importante lavar o aclarar después de usar las prendas de baño en la playa.
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Cuidado con las cremas solares
Siempre hay algunas partes del bikini o bañador que acaban estando más en contacto con las cremas solares. Estas pueden dañarse más. Para empezar, presta mucha atención cuando te apliques la crema solar e intenta que no se manche la tela. Sucede lo mismo con el maquillaje.
Si al final resulta que no has podido evitar que se manche el bañador o bikini de protector solar, recuerda lo que hemos dicho antes que hay que hacer siempre nada más quitarnos el bañador o bikini: lava o enjuaga.
¿Lavar a mano o con lavadora?
En principio lo ideal es lavar las prendas a mano. Puedes meter los bañadores en la lavadora con un programa de lavado para ropa delicada, pero lo mejor es que, siempre que puedas, los laves a mano.
Usa un jabón que sea específico para prendas delicadas o, incluso mejor, utiliza un jabón de baño neutro. Y por supuesto, siempre y sin ningún tipo de duda, lava con agua fría. El agua caliente daña el tejido, puede hacerlo encoger o incluso que pierda color.
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Los bañadores o bikinis deben secarse sin sol
Lo más rápido es secarlos al sol, pero el sol es el enemigo de todos los tejidos. Para secar un bañador o bikini es importante tener en cuenta dos cosas muy sencillas y fundamentales.
- Nunca los escurras. Al menos no demasiado. Si tienes que hacerlo que sea de forma muy suave.
- No hay que secarlos jamás al sol. La luz solar directa puede dañar sus fibras (lo cual se notará en la palidez de su color).
Piensa que es probable que un bañador o bikini pasa mucho tiempo de su vida útil bajo el sol. El sol puede dañar los tejidos, incluso romperlos o quemarlos. Así que, una vez que hayas lavado tus prendas de baño, intenta colocarlas siempre bien extendidas a la sombra.
Nunca guardes en plástico un bañador mojado
Después de un día de piscina, de playa o de nadar en el gimnasio es una tentación querer recoger rápido tus cosas. Lo más sencillo es meter el bañador -y la toalla, también mojada- en una bolsa de plástico. No lo hagas.
Lo ideal es que busques un bolso o mochila con un bolsillo específico para estas prendas. Enrolla el bañador en la toalla y mete las dos cosas ahí. En cuanto llegues a casa sácalo todo y, ya sabes, enjuaga o lava.
Mima tu ropa
Si pones todas estos consejos en práctica verás como ese bañador que tanto te gusta y que quieres que dure para siempre, al menos dura mucho más de lo habitual. Mima tus trajes de baño y ellos te lo agradecerán acompañándote más tiempo de los que esperas.